jueves, 4 de abril de 2013

Zagreb - Un día agitado!

By Sole

Mayo 2012

Nos levantamos temprano, desayunamos y salimos; teníamos solo ese día para recorrer la ciudad.
Agarramos Ilica hacia la izquierda y caminamos las 15 cuadras que nos separaban del centro. Podríamos haber tomado alguno de los tranvías celestes que hacían ese recorrido, pero preferimos caminar.




Casi sin darnos cuenta llegamos a la plaza Trg Bana Jelaciqa, la principal de Zagreb. Desde ahí fuimos siguiendo el recorrido que teníamos planeado que incluyó:
Funicular: Zagreb tiene una zona sobre levada, la “cuidad alta” y por deducción una “ciudad baja”.  El acceso de una a otra es mediante escalinatas o el funicular. Este funicular recorre apenas unos metros, y tiene más que nada un fin turístico. No tengo idea como puede llegar a tardar 10 minutos para recorrer menos de 100 metros; eso dice la información turística que teníamos. Cuando pasamos por ahí estaba “out of service”, así que no lo pudimos ver en funcionamiento. El pasaje tenía un costo de 4 kn.
Torre de los ladrones: es una torre que antiguamente tenía campanas que sonaban a medianoche anunciando el cierre de las murallas, para evitar el ingreso de ladrones durante la noche. Tiene una terraza mirador, a la que se puede acceder tras pagar 10 kn. Sólo la miramos por fuera.

Funicular

Iglesia de San Marcos: llama la atención por su tejado colorido, representando los escudos de armas del reino formado en su momento por Croacia, Dalmacia y Eslavonia, y el de la ciudad de Zagreb. Muy pintoresco. Queríamos visitar la iglesia pero las 2 veces que pasamos estaba cerrada.
Plaza de San Marcos: en esta se encuentra la iglesia homónima y rodeándola, el Palacio del Gobernador y el Parlamento.

Iglesia de San Marcos

Puerta de Piedra: era el acceso original a la antigua ciudad de Gradec. Es la única puerta que se conserva de la antigua muralla. En su interior está la capilla de la Madre de Dios, lugar en el que la gente deja velas y va a rezar. Uno va caminando por la calle y de repente entra a una especie de tunel de pocos metros con un santuario en su interior.
Plaza del Dolac: en esta se instala diariamente el Dolac Market. Cuando fuimos había muchos puestos que vendían frutas y verduras, que impresionaban ser muy frescas y de buena calidad. Compramos unas frutillas. De este mercado salía una escalera descendente que nos llevó a una gran superficie techada en la que había puestos que vendían carnes, fiambres, panes y hasta repollos fermentados. Nos encantó! Vale la pena visitarlo.

Dolac Market

Catedral de San Esteban: es una iglesia bastante grande, que siempre parece tener algunas de sus torres en reparación; no he logrado ver una foto de ella sin andamios. Cuando ingresamos nos topamos con grupos de adolescentes que parecían estar en una excursión escolar. Nos llamó particularmente la atención que debajo de los asientos de madera había calefactores, lo que denota las temperaturas invernales. El frío no es excusa para no ir a rezar a la iglesia!!!
Cuando salimos, nos sentamos en la plaza que estaba justo enfrente y nos quedamos sentados un rato comiendo frutillas. Estaban para comer en ese momento, de haber seguido caminando y golpeando la bolsa, hubiésemos quedado con un licuado de frutilla en una bolsa de papel madera desfondada. 
Luego de esto dimos unas vueltas por uno parque que estaba cerca de la catedral, del cual no recuerdo el nombre. Un lugar super tranquilo, donde había algunas personas paseando perros.
Al regresar a la ciudad baja, vimos el primer Mc Donald’s con entrada a los baños restringida. Para ingresar había que introducir en un teclado una clave numérica, la cual aparecía en el ticket de compras. Habiendo tantos restaurantes para conocer, no nos íbamos a sentar a comer en un Mc Donald’s! 
Fuimos caminando hacia una seguidilla de plazas que conducen a la estación de trenes Glavni Kolodvor. Antes de llegar a esta, nos detuvimos en un restaurante- bar frente a Tomislavov trg. Tenía varias mesas en la calle, la mayoría ocupadas; en algunas había gente que estaba por almorzar, y en varias personas mayores tomando café, nos dio la impresión que era gente que salía a hacer los mandados y antes de regresar a su casa se tomaba un "cafecito". Nosotros éramos de los que íbamos a comer. Como todo lugar Tourist Friendly, tenía la carta tanto en croata como en inglés. Vimos que había menús con entrada, plato principal, postre y bebida a precios bastante accesibles; fuimos adelante con ellos. Debo confesar que la comida fue muy entretenida, sobretodo cuando uno lo mira retrospectivamente. A continuación describiré como estaba conformado el menú que elegimos.
Entrada: sopa del día. Era un plato hondo con un líquido amarronado con unos fideos malformes en el fondo y grandes gorgotones de aceite flotando. Nunca supimos de qué era, con medio plato cada uno nos fue suficiente. Tampoco queríamos sufrir un cólico biliar en lugares tan lejanos del mundo.
Plato principal: Pollo grillado con papas fritas + ensalada de repollo. Si hay algo que no puede faltar en las comidas de la zona es el repollo. Plato bastante generoso y bueno.
Postre: Creps con salsa de chocolate. Si! Además de todo lo que habíamos comido, completamos con 2 creps por persona. Un almuerzo mortal. Creo que después de comer esto quedó confirmado que no teníamos cálculos en la vesícula.
En la mesa que teníamos al lado, había varias personas de impresionaban estar en un almuerzo de trabajo. También pidieron menú, pero en lugar de tomar un agua como nosotros, empezaron a bajarse porrones de cerveza. Las mujeres fueron más discretas y quedaron en 1, pero los hombres se tomaron cerca de 1 litros cada uno!!! Hay gente que parece trabajar mejor con cierto nivel de alcohol dando vueltas por su cuerpo…

No hace falta aclarar que quedamos pipones. No iba a haber siestita, había que seguir caminando.
Pasamos por la estación de tren para ver conocerla y ver que tan claros eran los carteles indicativos. Quedamos atónitos mirando la cartelera, no se entendía demasiado, pero dándole vueltas y con ayuda posterior del diccionario descubrimos el dato que necesitábamos: Cómo se dice andén? Concluimos que se decía peron. Hubo una columna que nunca supimos que significaba.
Era una estación muchísimo más pequeña que la que habíamos visitado en Roma, tenía apenas 6 andenes, y con empleados con muy poca voluntad de responder preguntas. Acá también había que pagar para visitar el baño: 4 kn o 1 Euro; salía el doble si uno pagaba en euros que si lo hacía con kunas.

Asusta, no???

Proseguimos camino hacia el museo etnográfico. Un museo pequeño, con un par de salas para visitar. Básicamente tenía vestimentas típicas de distintas regiones del país. Se evidenciaba una clara diferencia entre las ropas sencillas y livianas de la costa del Adriático, comparadas con las de la región central y norte, más ornamentadas, con gruesas pieles, mostrando las diferencias tanto climáticas como socioeconómicas.
No pudimos dejar de pasar por la zona comercial, donde estaban los mismos locales que encontramos en casi todas las capitales del mundo. Hubo visita a Nike, H&M, Zara, Benetton, etc. En esta zona más moderna de la ciudad baja, hay muchos cafés con mesas en calles peatonales.

Terminamos en Ulica ivana tkalcica, una calle construida sobre un arroyo que antaño dividía las poblaciones de Kaptol y Gradec. Según cuentan, estaba tan contaminado que lo taparon a fines del siglo XIX, transformándose en una calle. Nos pareció un lugar super tranquilo con muchos bares con sillas, mesas y sus respectivas sombrillas en la calle. Elegimos azarosamente uno, y nos sentamos. Es una de las cosas más lindas que tiene la ciudad. Pedimos 2 cafés.  Mientras esperábamos Seba se fue hasta una casa de cambio que había a unos pocos metros de nuestra mesa. Al día siguiente viajábamos a Budapest e íbamos a necesitar florines o forints. Ahí fue atendido por un extraño personaje que vestía una camisa y calzas de ciclista. Cuando regreso a la mesa, estaba bastante extrañado por la vestimenta del hombre. 
Al rato lo vimos salir sin la camisa, pero si con las calzas y montar su bici.
Nos quedamos acá sentados largo rato, viendo la gente pasar y observando el paisaje que nos rodeaba. A nuestra espalda teníamos la estatua de una periodista y escritora croata, Marija Juric Zagorka, que se encontraba ubicada delante de un antiguo reloj astronómico.

Cafeciiiiito!!!

Caminamos un poco más y volvimos al departamento, previa parada por el supermercado para comprar fiambre para el almuerzo del día siguiente. Esa noche fuimos a cenar a la cervecería Zagrebačka pivovara” que estaba a 2 cuadras del apartamento. Seba eligió una de las cervezas del lugar mientras yo continúe tomando agua. La carta me resultó un poco acotada, y había pocas opciones que no incluyeran algún animal extraño, por lo que tuve que pedir 2 entradas, una ensalada de verdes + muzzarella y tomate. Seba sin problema para comer cualquier animal eligió uno de la lista, no recuerdo si fue un corderito o un chanchito, con papas fritas, con muy buen aspecto.

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