viernes, 7 de junio de 2013

Palacio San José

By Sole

Ya estábamos listos para emprender el regreso! En el camino teníamos pensado desviarnos para visitar el Palacio San José.
Tomamos la ruta 14 hasta la altura de Concepción del Uruguay, donde giramos a la derecha, siguiendo unos 23 km por la ruta provincial 39. Debemos haber recorrido unos 70 km para llegar desde Colón.
Llegamos cerca de las 11 de la mañana. Aun siendo un día de semana, de una semana cualquiera había varios autos estacionados en los jardines de la residencia que perteneció a Justo José Urquiza.
La construcción del palacio, que se inició en 1840, llevó alrededor de 10 años. Si uno mira todo el completo en su conjunto, que incluye la casa principal, la capilla y hasta un lago artificial, resulta imponente.
Ingresamos por el jardín posterior donde había colocados en pedestales varios bustos de diferentes personalidades de la historia como Julio Cesar, Alejandro Magno, Hernán Cortez y Napoleón. Tal vez la elección de estos personajes tenga mucho que ver con la personalidad del dueño de casa y sus aspiraciones; es sólo una suposición!!!
Luego de atravesarlo nos encontramos con un patio y luego otro, en torno a los cuales estaba construida la casa. Las habitaciones que bordeaban el patio Parral, estaban destinadas a albergar a los parientes e invitados, mientras que las del patio de Honor, eran las que ocupan la familia Urquiza.



Cuando estábamos recorriendo el primer patio nos adjuntamos al grupo que estaba haciendo la visita guiada al museo. Pudimos ahí enterarnos sobre los huéspedes que se albergaron en la residencia, como Bartolomé Mitre y Sarmiento, así también como interiorizarnos un poco sobre la vida familiar del dueño de casa. Se conservan en muy buen estado gran parte de las habitaciones; se pueden ver suntuosos salones, con grandes ornamentaciones en techos y paredes, muebles de estilo, alfombras, espejos y vajilla.
En una de las habitaciones aún se pueden observar los agujeros de las balas, que provocaron la muerte del general Urquiza. Impactante, sobretodo cuando la guía va contando la sucesión de hechos y el impacto para los familiares que estaban en ese momento ahí.



Después recorrimos la capilla personal, que no tenía nada que envidiarle a cualquier iglesia. Se nota que era gente muy adinerada!
Y finalmente recorrimos un poco los jardines y nos acercamos al lago artificial, de 180 metros de largo por 120 metros de ancho y 5 de profundidad. Tenía un sistema avanzado de ingeniería para la época, que traía mediante cañerías y bombeo el agua de una laguna cercana. No contento con su lago, también tenía un pequeño barco a vapor, para navegar ahí.
Habiendo culminado la visita era hora de regresar.  Volvimos al auto, y salimos del predio. Recorrimos unos cuantos metros tranquilos, pero cuando quisimos ingresar a la ruta 39… Sorpresa!!! Un piquete!!! WTF??? Un piquete en la intersección de la ruta 39 con la ruta sin nombre??? Qué placer viajar por las rutas argentina!!! Uno siempre puede prever a la hora que va a llegar a cada sitio!!!´
Con cara de Falcioni, esperamos unos 20 minutos hasta que los piqueteros de UATRE decidieron dejar pasar algunos autos, entre los que nos encontrábamos. Desde ese momento recuerdo con mucho afecto a la gente de UATRE.



El resto del recorrido transcurrió sin inconvenientes.

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