domingo, 30 de marzo de 2014

Perdidos en el tiempo

7 de febrero 2014 (8 y parte del 9 de febrero) en el avión!

A las 21:30 hs partimos de Buenos Aires en el vuelo de Emirates con destino Dubai, y escala intermedia en Río de Janeiro. Luego de una larga espera en los Emiratos Árabes, tomaríamos el segundo avión hacia nuestro destino final: Delhi.

Teníamos muchas expectativas: primer viaje a Asia, primer viaje en la aerolínea más grande de Medio Oriente, experimentar cosas diferentes… en fin, muchas primeras veces de cosas que esperábamos que fueran espectaculares!

Esperando en Ezeiza
Subimos al avión, y como de costumbre giramos a la derecha hacia la clase económica; aún está pendiente “la primera vez que giremos hacia la izquierda”! Creo que la única posibilidad que eso suceda es si alguna vez un empleado generoso del aeropuerto nos hace un upgrade

Tripulación de cabina de diferentes nacionalidades, pesos y estaturas; parecía una publicidad de United Colors of Benetton. Siempre atentos, con una sonrisa y su clásico uniforme color caqui, camisas blancas  y el sombrerito rojo. Al comenzar el viaje nos entregaron el menú de la cena en inglés, portugués y árabe. Nos sorprendió que cuando vino la bandeja con comida, los cubiertos eran metálicos y no los habituales de plástico post- atentado 11S.

Luego de 2:45 hs de viaje llegamos a Rio de Janeiro. Descendieron los pasajeros que tenían ese destino en su pasaje –la mayoría–, y el resto permanecimos dentro de la aeronave, mientras limpiaban un poco el avión y subían los nuevos compañeros de vuelo.

A las 3 de la mañana despegamos y comenzó el viaje más largo que recuerde. A medida que fueron pasando las horas y atravesábamos husos horarios nos fuimos perdiendo en el tiempo, y la sucesión de comidas que nos fueron dando en esas casi 14 hs de vuelo contribuyó a la desorientación. Habíamos cenado cerca de las 11 pm, y antes de las 4 am ya nos estaban preguntado “Scrambled eggs or cheese omelette?”. Recién habíamos cenado y ya estábamos desayunando!


Las horas fueron pasando en un mix de películas y de sueño intermitente, que fue interrumpido por una empanada de pollo. Me desperté sin entender nada y agarré lo que me entregaba la azafata; estaba en un estado tal que tengo la impresión, no la seguridad, de que apenas la probé y la devolví casi entera.

Y después de un rato… llegó el almuerzo, o tal vez cena, o lo que haya sido… en Dubai, hacia donde estábamos yendo, ya eran las 20 hs, así que la consideramos cena.

A las 22:30 hs de Dubai (16:30 hs de Buenos Aires), llegamos! Un lugar realmente impresionante!!! No sabía si estaba entrando al aeropuerto o a un shopping: luces, carteles, inmensos Duty Free Shops, locales de venta de comida, incluyendo un Mc Donald’s con el menú en árabe. Lo más sorprendente fue el holograma de un hombre con vestimenta del lugar al que se le podían hacer consultas respecto al aeropuerto.

Aeropuerto de Dubai
Un hecho curioso en el baño que me llamó la atención fue la presencia de cubículos con inodoros y cubículos con letrinas. En un principio me pareció raro ver algo tan obsoleto en un aeropuerto tan moderno, pero después llegamos a la conclusión que ese tipo de artefacto sanitario debe ser más cómodo para algunas mujeres por el tipo de vestimenta, o tal vez simplemente es una costumbre de Oriente.

Había gente de todas las nacionalidades, incluyendo grupos musulmanes con sus característicos atuendos. Con el correr de las horas el lugar fue perdiendo esplendor, y sólo queríamos que pasara el tiempo para continuar viaje y salir de allí. Esas seis horas y media fueron larguísimas!!! El lugar era demasiado luminoso y ruidoso para tirarse a dormir. Además de eso, los asientos eran incómodos y nuestro estado psicofísico era deplorable: estábamos cansados, sin sueño y con dolor de cabeza.

Ya habíamos leído, escrito, recorrido los negocios, caminado, descansado, y de nuevo caminado, así que concluimos la espera con un capuccino de Starbucks. Me dirigí hacia el local, con mi billete de 10 U$S, haciendo la conversión de la moneda local a dólar, costaba poco menos de 5. Cuando pagué, el empleado quiso darme el vuelto en dírham, la moneda local, por falta de cambio en dólares, pero rápidamente cuando le dije que cancelara el pedido aparecieron los 5 U$S de vuelto acompañados de unas monedas que no reconocí… la miré de un lado, garabatos, la miré del otro, más garabatos y torres de petróleo! Los billetes y monedas de Emiratos Árabes no tienen números arábigos que informen su valor! Qué paradoja! Conservé las monedas sin números de recuerdo.

A las 4:30 hs salió el avión, y seguimos comiendo! Otra vez nos tocó desayuno! En esta ocasión, se notaba una clara influencia de la región en la selección de alimentos. Me jugué con un “masala omelette”, que era un omelette acompañado con unas croquetitas de papa y una salsa con masala, palabra que se iba a hacer muy frecuente en los días siguientes. Seba fue más valiente aún y optó por una “paneer bhurji”, algo impronunciable! Y ni hablar de su descripción en el menú del avión: “Cottage cheese cooked with spices, served with Chana Fry”, aún no sé lo que es el Chana! En su bandejita vino una especie de guiso bastante oloroso y algo picante que le dio la bienvenida a la India. De un lado tenía sentado a Seba, y del otro a un hombre que también se había pedido un “paneer bhurji”, comida que devoró en 2 minutos y acompaño con un Jack Daniel’s, al tiempo que le seguía reclamando a la azafata más bebida “Only one Jack Daniel’s????”. Cada vez que pasaba la asistente de abordo le pedía un whisky!

Luego de comer aprovechamos para mirar una película y dormir un poco, la idea era aprovechar ese día lo máximo posible, para lo que teníamos que estar descansados.

Y llegamos a India!!!!

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