By Sole
Estambul, con un pie en Asia y
otro en Europa, es una ciudad difícil de definir. En ella conviven las
tradiciones talladas durante miles de años con la vertiginosa influencia del
mundo globalizado. En menos de una hora podemos pasar por los más diversos
escenarios desde un shopping mall con locales de costosísimas marcas europeas y
americanas a un bazar de especias y tés donde el regateo es la regla. Esta
diversidad la hace tan atractiva que sería un pecado no perderse un par de días
caminando por sus calles y descubriendo esta mezcla de pasado, presente y un
futuro por definir.
Nosotros iniciamos nuestro viaje
por el lado asiático. Lejos de las recomendaciones de amigos, lecturas de
libros o artículos de turismo o enamoramiento de fotos de paisajes que
motivaron los viajes anteriores este destino fue casi fortuito. Cuando viajamos
a Asia habíamos evaluado la posibilidad de viajar con Turkish Airlines y pasar
un par de días en Estambul aprovechando la escala. Tras evaluar el costo de las
distintas opciones de pasajes y el frío que suele hacer en febrero desistimos
de esa opción. Había quedado ahí latente como un lugar que sabíamos que en
algún momento íbamos a visitar.
En octubre surgió la posibilidad
de que Seba tenga que viajar a Turquía por trabajo. Mis probabilidades eran
menores porque estaba en un período de transición laboral… Los planetas se
fueron alineando y finalmente el viaje se hizo realidad para todos. Seba iba a
trabajar durante 48 horas en el lado asiático y después íbamos a tener 4 días
para recorrer juntos la ciudad, partiendo desde el lado europeo.
Fue un viaje un tanto particular
porque fue la primera vez que no viajamos juntos; en realidad viajamos en el
mismo avión pero en diferente categoría, ya pueden imaginar quien lo hizo en
“business” y quien en “económica”. Tuvimos una idea de cómo viajan los que
tienen mucho dinero respecto a los que sólo tienen dinero para viajar. Creo que
esto requiere una entrada especial por parte de Seba.
Así que poco a poco les iremos
contando nuestra experiencia recorriendo las distintas caras de Estambul: su lado asiático y su lado europeo, su parte tradicional y su parte moderna, sus shoppings y sus bazares, sus puestos de comida callejera y sus restaurantes.
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